FULDA, 27 SEP – KAIRÓS NEWS / AGENCIAS.- El cónclave de otoño de la Conferencia Episcopal alemana ha emitido un claro veredicto tras cuatro días de encuentro: los obispos alemanes han aprobado por amplia mayoría seguir adelante con el llamado “camino sinodal”.
Para esto, los obispos han dado el visto bueno a los estatutos del proceso con el que debatirán con las comunidades de base católicas temas como el celibato, las estructuras de poder de la Iglesia o el acceso de la mujer al sacerdocio en un proceso no vinculante, pero que ha despertado fuertes resistencias en Roma.
Con este proceso, la Iglesia alemana quiere dar respuesta a la presión de las bases por reformar la iglesia y contribuir al debate de las reformas pendientes en una Iglesia que pierde miembros e ingresos a marchas forzadas.
Los católicos alemanes han evitado conscientemente llamarlo sínodo para sortear cualquier colisión con el derecho canónico a un proceso, nacido al calor de la investigación sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, publicado hace un año.
La iniciativa se ha topado con el rechazo del Vaticano, que teme que los alemanes se alejen de la Iglesia universal. La Conferencia Episcopal trató sin embargo de enviar una señal tranquilizadora a Roma, asegurando que en ningún modo Alemania pretende alejarse de la Iglesia universal. “No habrá un camino especial alemán sin Roma en las cuestiones relevantes de la Iglesia universal”, dijo Marx. El presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el cardenal Reinhard Marx, aseguró en la reunión de Fulda que no hay “señales de prohibición” por parte del Vaticano para lanzar el camino sinodal “y por lo tanto vamos a seguir adelante”, según indicó el órgano de los obispos en una nota.
Los estatutos y el proceso de votaciones deberán recibir el visto bueno Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), en el que están representados los laicos.
El inicio de las discusiones está previsto para el 1 de diciembre y la cita final en la primavera de 2020. Al término de las deliberaciones, según informa el portal katholich.de, Marx ha explicado a la prensa que «no habrá un camino especial alemán separado de Roma en asuntos de relevancia para la Iglesia mundial. «Pero estamos preparados para proporcionar contribuciones a la discusión de la iglesia universal», ha dicho al tiempo que ha definido el proceso como un «camino común» de la Iglesia alemana.
En concreto, se han aprobado los estatutos de la vía sinodal y un preámbulo en el que los obispos acuerdan que la evangelización debe estar en el centro del «camino sinodal». «Durante mucho tiempo ha sido perceptible un descanso entre la enseñanza y la realidad de la vida. Es por eso que damos importancia al diálogo y estamos seguros de que un Camino sinodal como proceso espiritual ayudará a reunirse y enviar un mensaje poderoso como iglesia al público», ha añadido.
Entre los prelados que rechazan este proceso, se encuentran el obispo de Regensburger, Rudolf Voderholzer, y el cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki. Voderholzer se ha quejado de que el borrador marca el rumbo equivocado y se ha reservado el derecho de abandonar el «camino sinodal». Sin embargo, Marx ha argumentado que todos los obispos han acordado al unísono ir por este camino.
Los prelados alemanes también han decidido durante esta asamblea aumentar significativamente su sistema para la compensación de las víctimas de abuso sexual en el seno de la Iglesia.
Desde 2011, se habrían pagado unos 9 millones de euros a unas 2.100 víctimas que lo han solicitado con una cuantía media de unos 5.000 euros.
Ahora, según informa Vatican News, una comisión mixta ha preparado dos modelos de compensación que ahora están sobre la mesa. El primero es ofrecer una indemnización a tanto alzado a cada víctima de 300.000 euros; mientras que la segunda modalidad supondría pagos de entre 40.000 y 400.000 euros según la gravedad de cada caso. Los obispos decidirán próximamente cuál de las dos vías es la más adecuada.
Cuatro grupos de trabajo
El debate sobre los grandes temas a los que la Iglesia católica alemana quiere dar respuesta se dividirán en cuatro grandes grupos de trabajo que abordarán las estructuras de poder en la Iglesia, el estilo de vida de los curas, la moral sexual y el papel de las mujeres en la institución.
Durante el encuentro de Fulda, los obispos mantuvieron también “intensas conversaciones sobre las necesarias consecuencias” tras la publicación de la investigación sobre los abusos sexuales cometidos por parte de miembros de la Iglesia, según indica la nota de la Conferencia Episcopal publicada el jueves. Una investigación encargada por la Conferencia Episcopal Alemana documentó hace un año 3.677 casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia a menores.